Debido a su localización, la nariz llama nuestra atención cuando presenta algún desvío o alteración de su forma. Considerando que la belleza es el resultado de la armonía de las partes, después de una intervención bien realizada, se destacan rasgos que antes pasaban desapercibidos. Súbitamente los ojos que estaban ocultos por una desagradable nariz, cobran nueva vida, o los labios que estaban sofocados por una punta exuberante, parecen ganar nuevo contorno.
Previa medicación con un sedante, se aplica anestesia Local (excepcionalmente General), es decir que solo se duerme la nariz. Es la misma que se utiliza en odontología.
La operación se realiza a través de los orificios nasales, por lo tanto no quedan cicatrices visibles. La duración es de aproximadamente 45 minutos y debido a la utilización de anestesia con un vasoconstrictor local, es indolora y sin sangrado. Al finalizar se coloca en cada orificio nasal, un taponcito de gasa con una medicación cicatrizante, y sobre el dorso se deja un pequeño yeso, que modela y mantiene la nueva forma que se le ha dado. Después de un corto período de recuperación en la clínica, el paciente se retira a su domicilio. El post-operatorio es indoloro. Si eventualmente hubiera alguna molestia, esta desaparecerá con analgésicos indicados a tal efecto. El reposo es de dos días, durante el cuál es necesario tomar un antibiótico. Al tercer día, concurrirá al consultorio para retirar los tapones. Desde ese momento puede realizar tareas livianas. A la semana se retira el yeso y los puntos de sutura. A partir del mes, podrá realizar deportes y tomar sol.